DIME QUE TE DUELE Y TE DIRÉ QUE AMAR
• Me duele la garganta: Mi garganta se cierra por el dolor y la tristeza, entonces cantaré con alegría, entonando notas que alegren mi corazón y devuelva vitalidad y energía a mis días
• Me duele el pecho: El pecho a veces duele por desamor, por decepciones entonces me abrazo más fuerte y decido aceptarme y amarme cada vez más recordando que soy lo más importante y que estaré hasta el último instante de esta vida conmigo mismo.
• Me duelen los oídos: Los oídos duelen entonces escucho de mi propia voz los pequeños o grandes logros que tengo, lo mucho que me amo y que si resulto incomprendida o criticada por otras personas escucho la voz de mi alma y vuelvo a mi propia esencia.
• Me duele el estómago: Cuando esto sucede, me nutro de las cosas más saludables, busco darme simplemente lo mejor.
• Me duelen las manos: Decido y suelto todo aquello que me da trabajo sostener, mis manos deben estar limpias y sin ataduras, recordando que nada nos llevaremos por ello no busco tener nada a la fuerza, suelto y fluyo.
• Me duelen las piernas: Parecen cansadas por el paso de los años, por ello bailo con alegría jovial y sentimiento de gratitud, sin saber si llevo o no el ritmo el baile me transforma.
• Me duelen las rodillas: Me inclino de todo corazón desde la humildad, la gratitud, la fe y esperanza poniendo todo mi pensamiento en Dios quien de manera milagroso me levanta cada vez que me observa caída, triste y derrumbada por ello le alabo y agradezco.
• Me duele la espalda: Mi espalda se cansa por ello reposa, descansa, deja de estresarte, libérate de juicios o críticas de terceras personas y a pesar de los errores camina erguida y con la frente en alto.
• Me duelen los pies: Haz un alto en tu vida y descansa, aquiétate y llénate de silencio en donde encontrarás cada una de las respuestas mientras que tus pies se refrescan y toman energía para proseguir una vez más el camino.
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